Actualidad Cofrade. Jose Manuel Carril. Bonito relato el que nos cuentan nuestros compañeros de "Cofrademania", relato de una historia de una historia aun viva que hoy celebra sus 400 años desde su comienzo.
"Hay una cofradía en Jerez, a la que llaman de la Coronación
de Espinas, que atesora buena parte de su patrimonio inmaterial en esa arteria
principal de las devociones, esa corredera de fervores no exenta de embrujos,
duendes y nostalgias, que bajo el nombre de Calle Bizcocheros, se convierte
durante todos los días del año en un pasadizo de la memoria, donde caben
millones de recuerdos, todos ellos vinculados a su vez, a la Semana Santa de
Jerez.
Una cofradía que está de aniversario, celebrando 400 años de
vida, ya que hay que remontarse a comienzos del siglo XVII para descubrir el
origen de la corporación que hoy ocupa sede en pleno corazón del barrio de ‘La
Albarizuela’, nombre que el vulgo comenzó a dar a la zona de San Pedro más
cercana a la salida hacia el camino de Arcos, debido al tipo de tierra albariza
sobre la que se extendían los terrenos colindantes, a los antiguos huertos de
la Comunidad de Padres Dominicos.
En esa fecha, concretamente en 1601, y a cargo de un
numeroso grupo de comerciantes de tejidos arracimados en la zona gremial de
Jerez por excelencia, como era el entorno del Arroyo de los Curtidores, se
marcaron las bases para la fundación de una hermandad que venerase a San Juan Bautista,
corporación que se estableció en San Salvador ?posterior Colegial- pero que por
unas causas o por otras no alcanzó un definitivo apogeo hasta 1615.
Y vaya si lo alcanzó, y vaya si lo mantuvo, ya que ahora
celebra un cumpleaños al alcance de muy pocos, haciéndolo además con hechuras
de cofradía grande y señorial, lo que este sábado quedará demostrado una vez
más, como sucede invariablemente cada año por primavera, cuando los inciensos
regresan a un barrio que por su angostura puntual, es enclave propicio para que
surjan los más emotivos encuentros entre palios y balcones, y por su anchura,
estrecha y amplia a la vez, es lugar de serena contemplación de los pasos
cuando están detenidos, siempre entre cofrades y devotos de lujo, de esos que
habitualmente saben elegir bien los sitios a los que ir, cuando regresan los
azahares.
Por eso, qué mejor regalo este día 24 de octubre, que el de
salir al encuentro de una historia que no siempre fue fácil, como la de
aquellos años en los que se acuñó la entonces dolorosa frase que decía
“..mientras haya purpurina, la Coronación camina.” y que andando los tiempos
supo transformarse en ejemplo para muchos, en meta para otros, y en referente
siempre para el orbe cofrade de la ciudad.
Estamos de enhorabuena. Y bien que debemos todos alegrarnos
por ello, a la vez que predisponernos a vivir un día mágico de esta Semana
Santa de otoño de cada temporada, en la que vamos a tener la gran suerte de
recrear un Domingo de Ramos, de esos que saben sentirse orgullosos de la luz y de
las sombras cuando el sol de la tarde recorre decadente unos espacios
infinitos, callejeando para buscar al Cristo burlado en el Pretorio, y a la
guapa dolorosa de la Paz en su Mayor Aflicción, aquella que da sentido a los
días, desde su capillita selecta de la calle Don Juan"