
Era algo que se llevaba reclamando tantos años, que casi
nadie sería capaz de acertar cuándo se pidió por primera vez. Será Manuel
Castellano quien le de forma artística al mismo, un azulejo que será colocado,
según aprobó el cabildo de hermanos, en la fachada del templo de San Francisco.
Además todos los fieles y devotos podrán sufragar uno o
varios azulejos del azulejo, señalándose el nombre de los donantes al dorso de
los que sean sufragados.